Limpia tu mente

Quisiera darte un consejo. Un consejo que te ayudará a cambiar para bien. Y no es un consejo mío, sino que es tomado de la Escritura. Un consejo que ha sido útil para mí y seguramente lo será para ti, si deseas tomarlo.

¿Alguna vez has pensado en por qué de repente sufrimos descalabros espirituales en nuestro caminar con Cristo? ¿Por qué luchamos tanto contra eso que nos desagrada de nosotros mismos y no logramos cambiar? ¿Por qué existe ese vicio, esa mala costumbre, ese pecado insidioso, persistente, que nos asedia constantemente y nos hace sentir miserables pecadores, deteriorando nuestra relación con Cristo?

Debemos reconocer, entre otras cosas, que debemos limpiar nuestro interior.

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.” -Proverbios 4:23 (RVR60)

La Escritura nos dice que debemos renovar nuestra manera de pensar y someterla a los pies de Jesús llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Cor. 10:5b).

“No os conforméis a este siglo [esta era, este mundo], sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento [intelecto, mente comprensión], para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta." -Romanos 12:2 (RVR60)

Si no renovamos nuestra mente, no habrá forma de que cambiemos esos viejos hábitos para revestirnos de santidad.

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias." -Mateo 15:19 (RVR60)

Así que tengamos presente la Escritura: “todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8b), para que así podamos cumplir con el primer y más grande mandamiento: “y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mar. 12:30a).

Que el Señor te bendiga y te guarde.

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