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La paciencia y su obra perfecta

  • Foto del escritor: Carlos Valenzuela
    Carlos Valenzuela
  • 4 nov 2024
  • 2 Min. de lectura

Cuando ponemos en práctica nuestra paciencia, nuestra fe aumenta. Y a medida que nuestra fe aumenta, también lo hace nuestro gozo.


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"Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." -Santiago 1:2-4

La paciencia es la capacidad de soportar las pruebas, las demoras, los problemas, la oposición, las críticas, el enojo, la frustración y la ansiedad. Es la habilidad de hacer la voluntad del Señor y aceptar las cosas a Su tiempo.


"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra como heredad; bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia; bienaventurados los pacificadores, pues ellos serán llamados hijos de Dios." -Mateo 5:5,7,9

En ocasiones nos impacientamos cuando pensamos que estamos haciendo todo bien y seguimos sin recibir las bendiciones que esperamos. Enoc caminó con el Señor durante 365 años (Génesis 5:24) antes de que él y su pueblo fueran trasladados. Fueron 365 años de esfuerzo por hacer las cosas bien, hasta que ocurrió lo inesperado: "desapareció, pues el Señor se lo llevó."


La paciencia es un don del Espíritu Santo que nos permite perseverar, ser constantes aún en las dificultades del día a día y mantener dominio propio cuando la tormenta azota nuestras cabezas, sacudiendo nuestra fe y dependencia de Dios.


Muchos hombres notables de la Biblia mantuvieron su fe y paciencia en sus reinados y ministerios terrenales:

  • Job mantuvo su fe y paciencia, nunca maldijo a Dios ni renunció a su dependencia y confianza en el Señor.

  • Jeremías sufrió persecución y malos tratos, pero nunca se dio por vencido y siempre confió en Dios.

  • Abraham obtuvo la promesa después de esperar con paciencia en el Señor.

  • Elías oró fervientemente y con paciencia para que no lloviese, y no llovió por tres años y medio.

  • Salomón dijo: "Más vale ser paciente que valiente; más vale vencerse a uno mismo que conquistar ciudades" (Proverbios 16:32).


La paciencia es un rasgo de una personalidad madura; es propio de aquellos que saben afrontar las contrariedades y adversidades con fortaleza y sin lamentarse. Un hombre maduro en la Palabra de Dios ha sido hecho más que vencedor en las pruebas y contrariedades de la vida moderna.


"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús." -Romanos 15:4-5

La paciencia es una de las virtudes más valiosas en la vida cristiana. El aumento de la paciencia es considerado como un gran regalo de Dios a un cristiano, que confía siempre en la omnipotencia y el gran amor de Dios. La paciencia hace corta la espera y nos ayuda a no perder el foco. Nuestra fe y esperanza en el Señor es la base de nuestra paciencia.


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