Grande es Su fidelidad
- Karina Herrerías
- 13 nov 2023
- 2 Min. de lectura
"Grandes maravillas ha hecho nuestro Señor Redentor en nuestras vidas, desde el momento en que nos rescató hasta el día de hoy. Él ha mostrado Su inagotable misericordia. Cada día, Su fidelidad ha sido evidente." -Salmos 111:4-5
Constantemente viene a mi memoria una alabanza que su coro dice:
“Por quien eres Tú Hoy levantaré mi voz Y te adoraré por quien eres Tú Jehová Jireh, eres quien provee Jehová Nissi, Tú peleas por mí Jehová Shalom, mi príncipe de paz Y te adoraré por quien eres Tú”.

¡Sí!, Dios ha sido fiel todos los días. Ni uno solo se ha escapado de Su soberanía y de Su amor. Sin embargo, aunque son innumerables Sus bendiciones, a menudo las damos por sentado y continuamos con nuestro correr en este mundo caído. Con facilidad nos encontramos en situaciones que nos llevan a sentirnos afligidos, agotados, abrumados y sobrepasados. Muchas veces, tristemente, nos permitimos incluso distanciarnos y enfriarnos.
Dios es fiel, aún cuando nosotros no lo somos. A pesar de nosotros, Dios es fiel. Esto de inmediato nos lleva a decir: ¡Gracias, Señor, por Tu gracia inmerecida! Pero también debe llevarnos a redargüir nuestros corazones, correr sin perder tiempo a los pies de Cristo. Buscar Su perdón, identificar nuestras fallas, esas omisiones que han aletargado nuestro crecimiento espiritual y que han dado oportunidad a mermar nuestra fe y nuestra confianza.
"Mas si desde allí buscas a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscas detodo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, si en los postreros días te vuelves a Jehová tu Dios y oyes Su voz; porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres." -Deuteronomio 4:29-31
Cada día es una oportunidad que nuestro Señor paciente nos da para crecer en Su Palabra, volvernos a Él, renovar nuestras fuerzas y clamar: ¡Vivifícame según tu palabra! (Salmos 119:25b).
Que esta sea nuestra oración cada día:
“Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. Aparta mis ojos para que no vean la vanidad; avívame en tu camino. Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios. He anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia.” -Salmos 119:35-40
